Sé que no es un viaje muy glamouroso que digamos, pero hoy por hoy es de lo poquito que puedo hacer. La línea de Parla me une con Madrid y siempre que puedo me dejo el coche en casa y me acerco a la capital en mi medio de transporte favorito.
Y aunque sea un trayecto en principio poco atractivo, puede ser muy edificante para un amante del ferrocarril. Subamos, pues, en el Civia que ya sale del túnel bajo el Paseo de la Estación y empecemos.
Lo primero que podremos ver será el apartadero que una empresa siderúrgica tiene entre nuestra línea y la carretera de Toledo. Desde allí forman trenes siderúrgicos en una amplia playa de vías. Lo más curioso (que no se ve en la foto, hecha desde el tren en marcha) es que conservan un veterano tractor de maniobras de la serie 305 (ex-10500). Ayer vi que tenía retirada la capota del motor... Espero que siga dando guerra mucho tiempo.
Poco más atrás nos espera la estación de Villaverde Alto, bifurcación desde la que sale la línea de Parla pero también la de Cáceres, con los trenes de cercanías que van a Leganés, Fuenlabrada y Humanes. También es lugar de concentración de máquinas de obra, como la que pude retratar desde el tren y que me pareció una 319 de las antiguas:
Por debajo de la Gran Vía de Villaverde, que se creó sobre la línea de ferrocarril, podremos ver unos talleres donde se preparan y reparan vagones de Transfesa y Semat. Ayer en particular vi bastantes tolvas de cereales y varios vagones dobles de transporte de coches. Al final del largo "pseudotunel" llegamos a Villaverde Bajo, desde donde se pueden atisbar los talleres y la estación de contenedores.
Antes de llegar a Atocha, si miramos a la izquierda veremos las numerosas 269 estacionadas al final de la playa de vías de la estación de contenedores del Abroñigal. A la derecha, las cocheras y talleres del AVE con sus diferentes series.
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