29 octubre 2008

¿A las mercancías no les gusta el ferrocarril?

Leo un artículo en Negocios.com que me da que pensar. Se titula de forma parecida a este mensaje, ¿Por qué a las mercancías no les gusta el ferrocarril? y en él se reflexiona sobre por qué, tres años después de la liberalización del transporte ferroviario de mercancías, éste no hace más que retroceder en favor de la carretera.

Da que pensar por varias razones. La primera, que parece ser -y la actual crisis económica mundial lo está demostrando- que los dogmas neoliberales se muestran mucho más débiles de lo que sus promotores pensaban y que liberalización no es siempre sinónimo de competitividad y de reducción de precios y costes. Según el mencionado artículo, desde el 1 de enero de 2006 (fecha de entrada en vigor de la liberalización), las tarifas del transporte de mercancías por ferrocarril han aumentado un 40% y las empresas que han obtenido licencia para operar más que competir con la hegemónica Renfe se han puesto a trabajar para ella.

¿Quiere esto decir que hay que dejar de lado este tipo de transporte? No. En el mismo correo en el que me llegaba esta pesimista noticia venía otra, en este caso del Diario vasco, en la que casi con júbilo se anuncia que "Renfe sacará al año 12.500 camiones de las carreteras de Gipuzkoa con sus nuevos trenes". Es decir, sacar tráfico pesado de las carreteras es algo bueno y el ferrocarril tendría que ser uno de los elementos que más contribuyera a ello. ¿Por qué no es así?

Sumemos a esto la poca competitividad del transporte por carretera debido al desmedido precio de los carburantes (aunque la situación se ha temperado bastante desde el verano) que llevó a la salvaje huelga de junio pasado. Hablamos de una forma de transporte que cada vez es menos rentable, que contamina mucho y que siempre es un peligro y una molestia para la circulación por carretera. Entonces, ¿por qué cada vez se usa más y el ferrocarril está en retroceso? ¿Qué oscuros intereses hay detrás de estre extraño proceso? Preguntas con difícil respuesta...

01 octubre 2008

¿Resucitará la Ruta de la Plata?


En uno de los primeros mensajes que publiqué en esta desolada bitácora, allá por octubre de 2006, me lamentaba ante la también desoladora situación que padecía la Ruta de la Plata en su versión ferroviaria, con la inmensa mayoría de su trazado clausurado y abandonado (como muestra la foto a su paso por Zamora). También protesto de vez en cuando por la mucha atención que se presta a las líneas de alta velocidad mientras se dejan de lado las convencionales, por no hablar de las cerradas y aún no desmanteladas...

Pues ahora pudiera ocurrir que precisamente la alta velocidad pudiera servir por un lado para resucitar ésta y tal vez otras líneas abandonadas en España y por otro para impedir la muerte de un mítico trazado que quedaría presuntamente obsoleto cuando funcione el AVE hacia Asturias.

Leo en "La nueva España" un artículo que suscita esas esperanzas. El proyecto Opera de la Unión Europea, que aboga por la creación de grandes corredores de mercancías por líneas que quedan en desuso para el tráfico de pasajeros ha hecho que diversos organismos de los territorios que cruza la línea aboguen por su utilización en este marco, como importante vehículo de conexión entre dos puertos tan importantes como los de Gijón y Algeciras. Por otro lado, la mítica subida de Pajares, que para algunos perdería su sentido al abrirse la variante en túnel, ha encontrado sus defensores en los alcaldes de los municipios que cuentan con parada en la línea, que piden que se mantenga como línea de cercanías.

¿Les harán caso? Tal vez. Ya que la crisis económica está haciendo que se tambaleen ciertos dogmas neoliberales es posible que también empiece a cuestionarse eso de que el ferrocarril sólo es rentable si es de cercanías o de alta velocidad...