...ha de vivir el político.
Viene esto a cuento por el lío de las líneas de cercanías en Barcelona. Averías y retrasos continuos que causan graves trastornos a sus usuarios habituales. Se ha pedido por activa y por pasiva la dimisión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, como responsabledel caos. Quizá se olvidan algunos aspectos como las obras del AVE, que puede que estén influyendo en el problema, y sobre todo se olvida que males de este tipo no son privativos de la Ciudad Condal. Olímpicos son siempre los atascos madrileños y habituales son también las averías en el metro de la capital. ¿O no?
Para mi gusto, este problema tiene mucho que ver con la realidad imperante en la gestión de la administración pública y en el tipo de rentabilidades que se buscan. Algo que queda perfectamente definido en la siguiente cita:
En un contexto de la historia reciente donde se ha producido una cierta convergencia ideológica, por lo que respecta a las tendencias políticas (cada vez las posturas políticas radicales son más infrecuentes), se ha desarrollado un cierto consenso sobre la necesidad de gestionar los recursos públicos como si fueran privados, aplicando técnicas y modelos de gestión del mundo privado (1)
Sólo hay una pega: lo que se llama el "mundo privado", esto es, la empresa privada, tiene como fin último y exclusivo ganar dinero. Nadie monta una empresa "por amor al arte", porque si no estaría creando una ONG. Las empresas privadas están para ganar dinero y dar buenos servicios es sólo algo secundario siempre y cuando se cumpla con lo principal. La administración pública no puede funcionar así, sino al revés. Hay que dar servicios de calidad; si además esto se hace gastando lo justo, mucho mejor.
Los políticos sólo buscan la rentabilidad del prestigio, la que les da la foto de la inauguración. Los nuevos gestores priman la rentabilidad económica en la gestión de lo público antes que dar buenos servicios. Así nos va. ¿Qué hay de la rentabilidad social, la que realmente beneficia a los ciudadanos? No sólo hay que inaugurar, hay que mantener en buen funcionamiento lo inaugurado. Para eso hace falta gastar dinero. Los superávits no valen para nada si los servicios no funcionan. Y eso está también por encima de las ideologías...
(1) TURRULL I NEGRE, J.; VIVAS URIETA, C. “El cuadro de mando integral en la administración pública: el caso del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès” en: IV Congreso Internacional del CLAD sobre Reforma del Estado y Administración Pública. Panamá, 2003
2 comentarios:
Desde luego, no hay miramientos en gastar el dinero público que sea para hacer una infraestructura... pero luego... mantenerla adecuadamente :-/
Ya sabes que para un político lo importante es inaugurar. Lo otro, sólo sale en la prensa si pasa algo como lo de Barcelona (aunque creo que ya lo están sacando un poco de quicio).
Publicar un comentario